Quien diría que un gusano tuviese historia,
quien podría pensar que los vientos
alzarían su canto para recordarlo,
alzarían su canto para recordarlo,
pero en los silencios
de las noches mas luminosas
se oye tal que asi.
Velados hace ya mucho
Descansan sobre la yerba sus ojos.
La belleza femenina escapa
ante la atenta mirada del asolado.
De entre los olores que a la vida acompañan
No se encuentra el hedor
Del nacimiento de los gusanos.
Recorren las larvas, los músculos
Rígidos y amoratados
Por la sangre emponzoñada,
Alimentándose al caminar.
Pasa el día y la piel blanquecina
No es mas que harapo apolillado,
Mientras, bajo el manto desdeñoso
Que los hombres ya no desean ver,
Van engordando lentamente
Los afanosos obreros que agujerean
Aquellos joviales pulmones
Donde aliento no reina.
De sus labios, huyeron ya los recuerdos
Antes de que los carroñeros
Dieran les póstumo beso.
Fue ante sus ojos
Donde la mano del tiempo cedió,
Oido de voz humana
seguro sería exageración,
pero fue un gusano hambriento
el que ceso su paso. Admirado,
sintió el calor de la conciencia
traspasar todas sus celulas.
Todos miraron interesados,
ningún gusano calló sus burlas
extrañados por ver le alejarse de ese edén.
Nacer y morir sin cambiar de lugar
es paraíso ambiguo o cárcel perpetua.
Las contorsiones de su cuerpo
no llegaron demasiado lejos,
incluso algun gusano
que permanecia aun girado
vio como un negro cuervo
engullía en un suspiro
al buscador echo gusano.
Todos sobre el cuerpo putrefacto
reian y se jactaban
de aquel tonto que era pasto
del batir azabache que se alzaba.
Escondidos bajo la piel
todos engordaron y murieron
sin conocer jamas volar.
Cuando el cuervo engullo al gusano
la suerte fue caprichosa,
atragantado y escondido
repto hasta el cerebro
y en la descarga de una idea
tomó control del cuervo.
Y voló lejos y alto,
descendío y comió como un pajaro,
pero una idea
continuaba latiendo
desde la lejana mirada de la muerta.
extrañados por ver le alejarse de ese edén.
Nacer y morir sin cambiar de lugar
es paraíso ambiguo o cárcel perpetua.
Las contorsiones de su cuerpo
no llegaron demasiado lejos,
incluso algun gusano
que permanecia aun girado
vio como un negro cuervo
engullía en un suspiro
al buscador echo gusano.
Todos sobre el cuerpo putrefacto
reian y se jactaban
de aquel tonto que era pasto
del batir azabache que se alzaba.
Escondidos bajo la piel
todos engordaron y murieron
sin conocer jamas volar.
Cuando el cuervo engullo al gusano
la suerte fue caprichosa,
atragantado y escondido
repto hasta el cerebro
y en la descarga de una idea
tomó control del cuervo.
Y voló lejos y alto,
descendío y comió como un pajaro,
pero una idea
continuaba latiendo
desde la lejana mirada de la muerta.
Al paso del tiempo
acompaña ya la noche al viejo.
Aun lamenta la perdida
sentado ante un piano
dejando entrar al frio por la ventana.
El viento con los recuerdos
trae un compañero negro y alado
que repiquetea en el piano,
emulando una vieja sonata
que la muerta en vida siempre tocaba.
La luz vuelve a los ojos de un anciano
y el latir joven repiquea de nuevo
en el corazón quejumbroso.
Y así silban los vientos,
como un gusano voló
como un gusano voló
y aprendió a tocar el piano
Sí señor!
ResponderEliminargracies ^_^
ResponderEliminar